lunes, 19 de diciembre de 2011

Manhattan


La vida de Isaac Davis (Woody Allen) es poco interesante, como su trabajo en el que escribe gags para televisión. Ha pasado de la cuarentena de años, y tras romper dos matrimonios su última ex mujer publica un libro en el que desvela sus apetencias sexuales. Tiene novia, de diecisiete años, pero se enamora perdidamente de la amante de su mejor amigo, Yale, llamada Mary Wilkie.
El trío amoroso es la línea que marca el camino de esta gran oda a Manhattan. Siendo una de las películas que menos le gustan a su creador, ha sido la más comentada y de la que mejores críticas se han escrito. En ella se muestra al neoyorkino de clase media-alta de forma ridícula y un tanto pedante y se ve claramente en el personaje de Diane Keaton que es Mary Wilkie. Además de la forma de su amigo Yale de ver las infidelidades que tiene en su matrimonio, saliendo con Mary, realmente no lo ve como algo que sea punible o que pueda acabar con su matrimonio.

Las idas y venidas del amor en la película son dignas de ver, cobre todo algunas escenas en las que Allen interpreta a un neoyorkino típico, con sus manías y su forma de ser, de forma crítica y clara. Además de la interpretación de su musa, por aquel entonces, Diane Keaton, que se presenta en su papel de la mejor forma posible: excéntricamente americana de clase media. Puede parecer la película con más tópicos americanos del mundo, pero precisamente lo que hace que merezca la pena verla es descubrir con qué ojos mira Allen a los neoyorkinos y con cuáles, muy diferentes por cierto, se acerca a Manhattan.
Según Allen, la idea de Manhattan se origina de su amor por la música de George Gershwin. Escuchando uno de los álbumes del compositor pensó, “esto sería una cosa hermosa para hacer… una película en blanco y negro… una película romántica”. Por ello hay que reconocerle el mérito de forma especial con la elección de la fotografía, porque no podía haber sido mejor la escenografía que en blanco y negro, los colores por antonomasia del cine.
Mágica, como un poema descrito por el director con ayuda de Manhattan. Realmente parece que el mítico barrio guió a Allen para escribir el guión.

2 comentarios:

  1. Al final vas a conseguir que me guste el cine de Woody. Bonita crítica, de las que hacen que se me encienda la curiosidad.

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  2. Yo vi hace años una que creo que también tenía nombre de ciudad, bastante divertida por cierto. El protagonista era este mismo señor y tenía hipnotizada a la mujer, molaba!

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