domingo, 1 de noviembre de 2015

Xoel y Vetusta, melódicos por una buena causa: Save The Children

Vetusta Morla y Xoel López han unido fuerzas para participar en la última campaña de Save The Children para acabar, mediante la música, con el alto número de refugiados en el mundo, unos 19,5 millones, de los cuales la mitad son niños. 

Posiblemente Save The Children no sea consciente del gran acierto que supone que Xoel López y el grupo Vetusta Morla se hayan unido a la causa poniéndole voz al sufrimiento de los miles de niños refugiados en el mundo. Parece que la mejor forma de pedir ayuda para estos niños sea mediante una letra transparente que toca al oyente y no le deja indiferente. Y es que tanto el artista como el grupo se han sumado a la causa con un vídeo y una canción conjunta, grabados en exclusiva para la ONG.


Resulta muy fácil conocer el estilo propio de Xoel y Vetusta, que se impregna en las estrofas de este tema y que ya, desde las primeras frases consiguen ponernos la piel de gallina. Tras unos acordes de guitarra aparecen las primeras palabras que nos hacen ponernos en la piel de los refugiados. “Alto. He visto llegar a cientos de soldados, visten uniformes de alquiler, crean confusión, tienen un encargo. Muchos llevan por aquí demasiados años. Llegan decididos a arrancar de cada expresión, su significado.”

Así es como este mensaje en forma de canción comienza a captar la atención de los oyentes y quizá puede chocar que la melodía es armoniosa aunque triste, y es que lleva tatuada el miedo que sienten los niños que están pasando por este infierno en vida.
La canción tiene varios objetivos como “llamar la atención sobre la campaña y ayudar a difundirla” para que se puedan captar más donaciones a través del vídeo. Además, Vetusta Morla da ejemplo aportando su granito de arena pues el próximo sábado 31 de octubre ofrecerá un concierto en la Plaza de Toros de Alicante en la que el promotor del evento va a donar su parte a la campaña.


El dramatismo con el que Xoel López y Vetusta Morla interpretan sus canciones acaba por calarnos hasta los huesos, y esta vez, siendo para ayudar a los niños refugiados, no iba a ser menos. Esperemos que la situación de los casi 20 millones de personas que hoy son refugiados se normalice con nuestra ayuda en un futuro próximo. Porque, si no es la música la que mueve emociones en el mundo, ¿qué si no?