martes, 22 de noviembre de 2011

Eva

Viajamos hasta el año 2041 para ver una de cibernética, robots e ingenieros que juegan a ser Dios queriendo interponerse en la naturaleza para crear robots con sentimientos. Álex (Daniel Brühl) es un ingeniero cibernético que investiga sobre la posibilidad de crear un proyecto de robot que pueda sentir y ser como un niño de verdad. En su camino conocerá a Eva (Claudia Vega), una niña muy especial que le despertará gran interés y que tendrá mucho que ver en su proyecto; siendo esta niña hija de su ex novia Lana (Marta Etura).

Según el director es una forma de expresión de qué somos y cómo es la condición humana. Esta condición nos permite crear personas, pero también gracias a la cibernética nos permite modular la personalidad de las mismas, pero con un matiz, que no son de carne y hueso, sino robots. La película teje varias historias que se unen  en Eva. Hay amor, conflictos de intereses, olvido, retos y la fidelidad; lo que permite que el género de ciencia ficción no se quede corto con esta muestra en la gran pantalla.
La brillante Marta Etura nos muestra la faceta más tierna de madre, y la más seductora, pero de una forma diferente a la que estamos acostumbrados, dando un vuelco a la seducción. Además Daniel Brühl hace un magnífico papel en el que el científico gana al ser humano que lleva dentro, aunque todo tenga un cierto límite que se verá obligado a cruzar cuando los hechos claves se suceden en la escena. Pero destaca más Claudia Vega con esa interpretación de Eva, de una niña nada peculiar ni vulgar, sino una pequeña a la que la madurez no le ha dejado tiempo para las niñerías. Se le ve entera, dicharachera, orgullosa, extrovertida y generosa, además de amigable con Álex. Pero, como todo, nadie sabe qué será de su destino en este filme, hasta que se diga la última palabra, y ésta es difícil saber cuándo se va a decir.

El cine español también puede hacer obras de calidad con ciencia ficción en las que los personajes no saben lo que les pasará a la vuelta de la esquina. Se puede apreciar que muchas veces no nos conocemos ni a nosotros mismos, como muestra la película; que a veces hay más sorpresas de las que pensábamos. No obstante, el guión trata el tema de la creación robótica que resulta demasiado exagerado porque crear una personalidad y una persona supera  a cualquiera, y en este caso no iba a ser menos.
Diferente, pero digna de ver.

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