Tres bomberos luchan por el amor de una mujer, pero no cualquier mujer ni unos bomberos cualquiera. Raúl (Hugo Silva) y sus dos compañeros de trabajo Salva (Rubén Sanz) y Toño (Álex Barahona) quieren acostarse con Mercé (Adriana Ugarte). Pero Raúl será el que conquistará el corazón de la chica, y tras ello comienzan una relación. Todo va bien hasta que surgen los pequeños problemillas de todo romance: los celos, desconfianza, temores,… La historia se convierte en lo contrario al amor por lo enfermizo que pueden resultar la combinación de lo negativo en una pareja como los celos y la desconfianza.
Adriana Ugarte no reluce por su trabajo en escena ya que parece que le falta algo para dar la talla en la pantalla. Sin embargo, Hugo Silva sorprende en un papel que no es de su estilo pero que sí sabe cómo domarlo para ser natural, sexy, tímido y seguro de sí mismo. El guión sorprende y no deja nada en el tintero porque refleja el giro que puede dar una relación de pareja “perfecta” si se tensan mucho las cuerdas. Hay un intento de hacer gracia, pero se queda en eso.
Un diez para la idea, para ese guión y para Hugo Silva; el resto sin sorpresas. Es la película ideal para ver cuando has roto con tu pareja, para darse cuenta de que no te convenía. Abstenerse celosos compulsivos.
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