Idea original, reparto estelar y buen humor se combinan para dejarnos con las lágrimas en los ojos y el buen sabor de boca que te dejan las películas bien hechas. Daniel Sánchez Arévalo cuenta qué hacer si te dejan cinco días antes de casarte: empezar de nuevo en el pueblo. A Diego (Quim Gutiérrez) es a quién le deja la novia y decide irse con sus primos Julián (Raúl Arévalo) y José Miguel (Adrián Lastra) al pueblo a buscar a su amor de la infancia, Martina (Inma Cuesta).
La película reúne varias historias de amor, cada cual más atípica, en las que amor y humor se mezclan y tienen buena sintonía. La hija de un borracho que se mete a puta, interpretada por Clara Lago y de la que se enamora Julián. José Miguel que tiene una novia que hace que su relación más que agradable sea claustrofóbica. Además incluye un espectáculo visual en la feria del pueblo del que no hay que perder detalle.
La música está hecha a medida, es genial y nada cargante; representa la volatilidad de la mente de Diego, que se verá en la encrucijada de decidir entre dos mujeres. El guión no deja de sorprender y la película no es nada previsible.
Cine español, con humor, atractivo y además engancha.
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