El amor de una madre ni se compra, ni se vende. Bien podría ser esto lo que siente Manuela (Cecilia Roth), se siente destrozada cuando un coche arrolla a su hijo y le quita la vida en el acto. Tras llorar desconsoladamente la muerte de su único hijo decide ir a buscar a su padre, el cual no sabe la existencia de ese hijo, ni de su muerte. Pero la búsqueda del progenitor no será tan fácil ya que ahora el padre se hace llamar Lola, la pionera.
Incesante lluvia de emociones, lágrimas contenidas, desesperación, amor, y un final veloz. Es la historia triste y enternecedora de un hijo (Eloy Azorín) que escribe todo sobre su madre en su cuaderno, y que ella descubre tras su muerte. El drama y la emoción te dejan el corazón en un puño hasta el final del film. Una trama llena de peculiaridades gracias al guión escrito de la pluma del director pop. Cecilia Roth se intenta mostrar de una pieza en la incesante búsqueda de la pionera por todo Barcelona. Mientras busca, vemos una ciudad desde la mirada del director, viendo sus lugares más recónditos, extraños y peligrosos. La noche de Barcelona, el teatro, el espectáculo y una historia mezclada en la que una jovencísima Penélope Cruz, que iba para monja tendrá que afrontar una enfermedad y una situación fatídicas.
Actriz principal y secundarias, el guión y las imágenes dan los matices a esta historia tan sencilla, pero a la vez tan llena de pequeños detalles que no se consiguen viéndola una vez, sino varias. Es un film para disfrutar, pero también para pensar.
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