De la novela de Allison Pearson nace esta película de amor, pero de un amor distinto al que estamos acostumbrados a ver en la gran pantalla. La divina Sarah Jessica Parker (Kate Reddy) nos muestra su faceta maternal en esta película, que se hace extraño verla en un papel así, ya que es tan diferente del que tenía en Sexo en Nueva York (Sex and the City) como Carrie Bradshaw.
Kate es madre de una familia con dos hijos a los que ve poco por su extenuante trabajo en una empresa de Boston de gestión financiera; pero cuando llega a casa lo tiene todo controlado, atiende a sus hijos, prepara la cena y habla con su marido. Pero cuando le llega una proposición de trabajo que le exige viajar a Nueva York entre semana y durante más de seis meses, los problemas llegan. Además, se encuentra en ese nuevo trabajo con Jack Abelhammer (Pierce Brosnan) que quedará fascinado por la poca seriedad de Kate en el trabajo de madre y de gestora, ya que siempre le pilla “en mal momento”.
El amor en la película es la base, pero un amor, como he dicho antes, nada peculiar, porque hay sorpresa final en el film, que ya conocerán los que se hayan leído la novela. La fotografía está bien, sin más, ya que acostumbrados a la glamurosa Parker nos quedamos con imagen de la actriz que nos deja con las ganas, aunque si nos referimos a las imágenes grabadas para la película vemos Nueva York de fondo y Boston que le dan un toque diferente a ambos personajes, que siempre andaban metidos en ajustados vestidos y trajes negros de corbata y armas bien escondidas.
Del gran Pierce, del ex 007, solo se puede decir, que aunque con un papel corto, aparece en la pantalla y provoca suspiros hasta de las quinceañeras porque su elegancia y su presencia nunca dejarán de estar de moda. No obstante vemos a un Pierce cansado, algo mayor y sin la fuerza que tenía como agente secreto, pero que todavía tiene que dar mucha guerra. Ni que decir tiene que le pegan más otros papeles más de acción, pero se le ve cómodo trabajando sin planes ocultos, armas y pasión de mujeres de una sola noche.
El guión es adaptado de la novela de Allison, y está perfectamente adaptada. Actores y fotografía, asi como la escenografía de fondo de estas dos emblemáticas ciudades nos hacen ver otro tipo de cine, menos recargado del que estamos acostumbrados a ver. Quizá no sea una película a la que pueda denominarse como “gran estreno” pero merece la pena verla, solo por el fondo y la forma de crear la historia. Aún así no se la recomiendo a los que no estén preparados para ver una historia, que bien podría pasarnos a cualquiera, sin retoques absurdos.
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