En el 2009 Javier Cámara (Eliseo) y Carmen Machi (Nati) se enamoraban en la gran pantalla, tachados de feos. Eliseo es feo, cojo y soltero, lo tiene todo para asegurar unas risas pero lo que él de verdad quiere es enamorarse. Nati es fea, está separada y solo tiene un pecho, siente que a su vida le falta algo aunque encontró al hombre de su vida, no tiene amor. La vida les une con la muerte de la madre de Eliseo, el único problema es que su hermano está casado con Nati.
El humor hace de este romance algo singular y atrayente con una banda sonora con personalidad absoluta, siendo el tema central el que da título a la película. El parto de una vaca, ruidos sexuales a altas horas de la noche y la profesionalidad de Cámara y Machi nos transportan a un remoto pueblo en el que todo puede suceder, hasta para los feos.
La fotografía es natural, tanto como un pueblo con verdes prados, vacas, y fiestas locales con sentido español. El guión tiene humor en estado puro y amor de la forma más fácil que se puede hacer: con las cosas claras y el chocolate espeso. La genialidad de la dirección de Nacho G. Velilla nos transporta a una historia que bien podría ser contada por cualquiera de nuestras abuelas. Destaca la actuación de Hugo Silva y Tristán Ulloa para dar un toque más humorístico y por qué no, especial.
Pasar un buen rato y dejarse llevar con esta genial pareja que dan al cine español una vuelta de trescientos sesenta grados. Mucho humor, pero del de carcajada limpia. Muy recomendable.
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