Días de fútbol

El guión de David Serrano nos transporta a un grupo de amigos nada corriente, especial y fuera de lo común.  A Jorge (Alberto San Juan) todo le sale mal, en el trabajo y con su novia que le deja cuando le pide matrimonio. Pero tiene amigos, que harán todo lo posible para animarle. Ramón (Roberto Álamo) esta desquiciado entre su mujer y su alopecia; Gonzalo (Secun de la Rosa) no sabe si tardará más tiempo en terminar la carrera de derecho o en encontrar novia; Carlos (Pere Ponce) aspira  a ser un gran actor, pero no pasa de secundario en una teletienda; y el único que controla su vida es Antonio (Ernesto Alterio) de no ser porque acaba de salir de la cárcel. Pero todos ellos tiene una pasión forzada: ser compañeros de un equipo de fútbol 7. 

Cada uno vive el amor con su pareja de la forma más original posible, e incluso cómica. Los celos, la reactivación de la vida sexual de la pareja, el miedo al compromiso, el sexo en lugares inesperados, la inconformidad, el deseo por ambas mujeres, el amor único y verdadero, todo ello se mezcla con una competición de fútbol en la que al final sólo cuenta la amistad. Los valores como el amor y la amistad es lo que refleja esta maravillosa película que nos hace pasar un buen rato y reírnos de cosas peculiares y de momentos de la vida un tanto estrambóticos.

La fotografía muestra una estampa lo más puramente española posible, siendo así por la gran aportación de estos magníficos actores que hacen de una historia sencilla una vida llena de anécdotas y buenos momentos para contar a los nietos con una amplia sonrisa. Las apariciones de Natalia Verbeke, Fernando Tejero y Lola Dueñas aunque con papeles no muy grandes resultan clave para el hilo argumental y le dan un toque propio que hace que el cine español no esté a la cola de ninguna película americana con gran cantidad de efectos especiales.

Guión, actores, fotografía, interpretación, en definitiva, esta obra maestra hace que el cine “made in Spain” se vuelva a poner de moda y nos traiga de nuevo esta comedia de 2003. Muy recomendable, disfruten en sus asientos y pónganse cómodos, que lo bueno no debería hacerse esperar.