Paige (Rachel McAdams) tuvo un accidente de coche cuando salía del cine con su marido, y tras el choque permaneció en coma un tiempo. Cuando se despierta no se acuerda de nada, sufre una pérdida de memoria. No recuerda a su marido, Leo (Channing Tatum), desde ese momento Leo tendrá que reconquistar a su esposa otra vez, como si no se conocieran de nada.
Michael Sucsy dirige otro drama relacionado con el amor imposible o simplemente difícil mezclado con el destino cruel y las faltas de memoria. Es una película que de la que se puede pasar sin ver, porque trata el mismo tema recurrente que ya fue visto en El diario de Noah (The notebook). A los fans de este tipo de cine les encantará verlo, pero si la historia de Noah les dejó con el aliento paralizado quizá no deberían arriesgar a llevarse mal sabor de boca por este intento de hacer algo distinto aunque con toques parecidos.
La precisión actoral de los protagonistas es magnífica, pues Rachel McAdams muestra sus dotes de actriz de forma insuperable tratando emociones como el desconcierto, la pasión y el infantilismo con gran maestría. Igual que se compañero de pantalla, Channing Tatum, que muestra esa cara del amor incondicional hacia alguien que puede romperte los esquemas, pasar el tiempo, y millones de sentimientos y desconciertos, y aún así, hacer que el amor permanezca sobre toda una vida.
Posiblemente hubiera dado más de sí la película, pero puede ser prescindible en cualquier caso, aunque la historia engancha a pesar de ser previsible.